El Puente de El toro
Aunque las obras de construcción de las extensas vías del Ferrocarril Mexicano se iniciaron en 1842, la invasión norteamericana y otros problemas, retardaron la obra hasta llegar a 1850, fecha en la cual se estrenó apenas un tramo de 11 kilómetros, entre el puerto de Veracruz y la hacienda El Molino.
No fue sino hasta el 1ro. de Enero de 1873, el estreno triunfal de esta colosal obra, en la que, los ingenieros mexicanos, para construir las férreas vías, demostraron su ingenio y capacidad, para salvar la casi infranqueable barrera de 723 metros de altura de Boca del Monte y para abrir 16 túneles en las entrañas de la agreste montaña a fin de llegar a la Mesa Central; o para brincar los profundos barrancos de los ríos Orizaba y Metlac construyendo puentes que, a pesar de su antigüedad, aún causan asombro por su ingenioso diseño y su resistente estructura. Uno de estos puentes es el llamado Puente de El Toro
Este puente sobre el río Orizaba fue construido en 1857 para salvar un dilatado y profundo barranco de más de 100 metros de extensión. Y fue llamado Puente del Toro, por la cercana calle (Oriente16) que antiguamente se llamó Calle del Paso del Toro, porque a través de ella se conducía al ganado bajado del tren, hacia el rastro o matadero.
Las aguas del Río Orizaba pasan, rumbo a Jalapilla, para mezclarse con las claras aguas del Río Blanco, debajo de este puente, que fue construido totalmente de fierro, sobre cuatro elevadas bases de cemento y piedra, con 71 metros de longitud y casi 6 metros de anchura.
Estas bases de hormigón y piedra en las que descansan los rieles, tuvieron hasta 1986, en su parte superior, una estructura de fierro que se puede apreciar muy bien en antiguas fotografías del Puente del Toro, cuyos rieles paralelos, descansando sobre 106 gruesos durmientes de madera y hierro, están protegidos por un antiguo barandal metálico.
Ese año de 1986 la empresa del Ferrocarril construyó una vía paralela ensanchando el antiguo puente, para dar paso a sus trenes de más de 40 carros; y para propiciar un cómodo paso para los numerosos peatones que han poblado las márgenes del Río Orizaba en la populosa Colonia Librado Rivera.
En esta nueva ampliación, que también mide 71 metros de largo por 11 metros de ancho, corren las nuevas vías; y a su lado, paralelamente, los viandantes pueden deambular a todo lo largo del puente, en el elevado andadero de concreto armado, que tiene 6 metros de ancho y cómodas banquetas resguardadas de barandales, desde las cuales pueden extasiar sus ojos con la imponente hermosura y grandeza del dilatado cañón del río y las pintorescas casas construidas entre la perenne vegetación de la profunda barranca.
FOTO: Puente del Toro Vista Antigua