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  • Don Benjamín Maciel Gómez

La Isla de la Pasión y el Capitán Ramón Arnaud Vignon.


La Isla de la Pasión o Isla de Clipperton, es un atolón coralino anular de 7 km.2 y 8 kilómetros de circunferencia con una laguna salada en medio que ocupa casi el 90% de la superficie y está situado a 950 kilómetros de la costa de Acapulco.

Descubierto en 1521 por Fernando de Magallanes, perteneció a la Nueva España y luego a nuestro país cuando obtuvo su independencia en 1821. Sin embargo, desde 1711 hasta 1898 México, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos (depredador rapaz) se disputaron su posesión.

Francia se consideró y se sigue considerando la dueña porque en 1711 Martín de Chessiron y Michel Du Bocage, capitanes de los barcos La Princesse y La Decouverte la redescubrieron accidentalmente y le pusieron por nombre Isla de la Pasión; por lo que, en 1858, el Teniente Víctor Lecoaut tomó posesión de ella en nombre del Emperador Napoleón III.

Gran Bretaña y Estados Unidos se la quisieron adjudicar porque durante algunos años tuvieron en la isla compañías explotadores del guano de los pájaros bobos muy abundantes en el atolón.

En Febrero de 1705, un filibustero, tripulante de un barco inglés que atacaba y saqueaba los galeones españoles en la ruta del Pacífico Sur, fue quien, por primera vez, puso los pies en la isla. Este pirata de nombre Jonh Clipperton, quien, según la leyenda, hizo de la isla refugio para sus fechorías y almacén para sus latrocinios, fue quien la bautizó con su propio apellido, poniéndole Isla de Clipperton.

De 1858 a 1898, ante la oposición del gobierno de Porfirio Díaz, la isla estuvo en poder de Francia y de Estados Unidos; pero 1906 el General Díaz resuelto a recuperar la soberanía de México sobre la isla, soberanía incluida en nuestra Constitución de 1824, envió un destacamento castrense al mando del Capitán Ramón Arnaud Vignon.

El Capitán Ramón Arnaud Vignon nació en Orizaba en 1877. Sus padres, de origen francés radicados en México desde la segunda intervención francesa, fueron D. Ángel Arnaud y Dña. Carlota Vignon.

El Capitán Arnaud cursó en Orizaba su instrucción primaria y siguiendo su vocación por la milicia, después de intentar, inútilmente, ingresar al Heroico Colegio Militar, se incorporó, con el grado de Sargento I, al VII Regimiento de Caballería; del cual desertó antes de cumplir un año, por lo que fue encarcelado por 5 meses y 15 días en la prisión militar de Santiago Tlaltelolco.

Sin su grado de sargento se incorporó nuevamente al ejército como soldado raso en el XXIII Batallón de Infantería, donde, en sólo tres años, recuperó su anterior grado militar por haber combatido a los mayas en la llamada Guerra de castas.

Antes de enviarlo a la Isla de la Pasión, el Gral. Porfirio Díaz lo envió a Japón en una misión especial, acompañado del Coronel Abelardo Avalos; y en 1906 lo envió a la isla con un destacamento militar para establecer la soberanía de nuestro país en este lejano atolón coralino.

Al llegar a la isla con los integrantes de su destacamento quienes fueron acompañados de sus familias, el Capitán Arnaud, por orden de Porfirio Díaz, construyó un faro con una lámpara de aceite de 10 mil bujías y estableció el dominio del atolón.

En el período de 1908 a 1913 en la Isla de Pasión vivían cerca de 100 personas: hombres, mujeres y niños, recibiendo periódicamente (cada dos meses) víveres y suministros que un barco les llevaba desde Acapulco.

En 1908, dos años después de su llegada a la isla, el Capitán Arnaud pidió licencia para ir a Orizaba con el fin de contraer matrimonio con su novia de juventud, la señorita Alicia Rovira Gómez con quien casó el 24 de Julio de ese año, en el Hotel de Francia

Terminada la luna de miel el Capitán Arnaud, con el cargo de Gobernador otorgado por el Presidente Díaz, regresó a la isla en compañía de su esposa y en la isla nacieron dos de sus tres hijos: Pedro, en 1909 y Alicia en 1911.

Los primeros años transcurrieron apaciblemente para todos los habitantes de la isla recibiendo periódicamente (como ya se apuntó) la visita del buque Tampico que los abastecía de provisiones; y a principios de 1913 el Capitán y su familia desembarcaron en Acapulco para gozar de una licencia que les fue concedida. En Acapulco se enteraron, por primera vez, de la convulsionada situación que vivía el país: Porfirio Díaz en el destierro y el chacal Victoriano Huerta, después de mandar asesinar a Madero y Pino Suárez, se había adueñado del país.

Antes de regresar a la isla, en Enero de 1914, el Capitán Arnaud se entrevistó con Victoriano Huerta pidiéndole provisiones; pero seis semanas después el barco Tampico que, al mando de Hilario Rodríguez Malpica llevaba esas provisiones desde Topolobampo, fue hundido por el buque Vicente Guerrero, en la única batalla naval de la Revolución mexicana.

Con el Tampico en el fondo del mar las provisiones empezaron a escasear en la isla. Sus habitantes ignoraban que la Primera Guerra mundial había comenzado y que el Gobierno de México los había abandonado por completo.

En un minúsculo promontorio de tierra, perdido en medio del océano donde entre Mayo y Octubre un sol ardiente calcina todo lo que se mueve obre su superficie y donde de Junio a Noviembre no cesan los ciclones y la tormentas tropicales con una precipitación pluvial del orden de los 5,000 mm, vivir sin más alimentos que peces, carne y huevos de pájaros bobos y unos cuantos cocos de trece palmeras, únicas existentes, es un inevitable suicidio; por eso, ante la desesperada situación, 3 marineros decidieron buscar ayuda y en una endeble lancha se aventuraron a navegar 2,200 millas, hasta Acapulco, para solicitarla; pero a pesar de haber logrado realizar esta admirable hazaña, en el convulsionado país natal nadie se interesó en rescatar una guarnición huertista.

El 28 de Febrero de 1914 una goleta estadunidense encalló en el arrecife y sus tripulantes fueron rescatados por los lugareños, uno de los cuales, se ahogó al intentar el recate.

Cuando la Armada de los Estados Unidos supo del naufragio de su goleta, envió un crucero para rescatar a los sobrevivientes; pero para esas fechas (Junio de 1914) la mayoría de los habitantes de la isla de la Pasión ya habían muerto de escorbuto y sólo quedaban 14 hombres, 6 mujeres y 6 niños.

El barco estadunidense, el US Cleveland, que acudió al rescate, ofreció al Gobernador de la isla llevarlo con su familia al continente; pero el Capitán Arnaud se negó a ser rescatado. La razón, según afirman algunos, fue para evitar que su evacuación se interpretara como una segunda deserción suya del ejército mexicano; pero para quienes lo conocieron de cerca existen otras razones que hacen del Capitán orizabeño un auténtico patriota: el rechazo no sólo fue por carecer de órdenes al respecto; sino porque no quiso ser rescatado por un invasor del territorio de México que, esos momentos, era su formal enemigo por haber invadido el puerto de Veracruz.

Trascurrió un año más de incontables penurias: el atolón sólo tenía 13 palmeras que fueron sembradas por el alemán Gustavo Schütz, representante de una compañía explotadora de guano y quien murió loco en la isla. Las palmeras producían apenas 3 cocos por semana; cocos que se destinaban a los niños y a las mujeres; por lo que, los hombres empezaron a morir de escorbuto por la falta de la vitamina C. En 1915 en las arenas de la isla fueron sepultadas 15 personas y los demás, entre ellos el Capitán Arnaud, empezaron a delirar y a desesperarse.

El 29 de Mayo de ese año (1915) el Gobernador avistó un barco que pasaba en cercanías de la isla y ordenó a sus hombres, con excepción del encargado del faro, ir con él a su encuentro, en un bote de remos, para solicitarle ayuda. Pero el barco siguió su ruta sin prestarles ayuda y a su regreso a la isla, la frágil embarcación zozobró con el Capitán y tres hombres que fueron con él desapareciendo, entre las embravecidas olas, para sepultarse en lo profundo del mar.

Con la muerte del Capitán Arnaud y sus tres acompañantes, en la isla sólo quedó un hombre (el farero) 8 mujeres y 6 niños. El farero, de nombre Victoriano Álvarez, enloquecido se sintió amo absoluto y se autoproclamó Rey de la Isla de Clipperton.

Como rey de la isla y amo de las 8 mujeres, las convirtió en concubinas solicitándoles a todas ellas sus favores sexuales, a los cuales las pobres mujeres, bajo amenaza de muerte, no se podían oponer.

La mañana del 18 de Julio de 1917, la exesposa del Capitán Arnaud, la señora Alicia Rovira, embarazada de su ter hijo (Miguel Ángel), ya no pudo oponerse a la reiterada demanda del sátiro y acudió a su cabaña, acompañada de Pedro, su pequeño hijo. En la cabaña estaba una mujer de nombre Tirza, mujer encargada de preparar los repugnantes encuentros; pero antes de que el farero pudiera atacar a la señora Alicia, ella, por un previo acuerdo con Tirza, entre las dos mujeres dieron muerte a patadas y martillazos en la cabeza al rey de la Isla de Clipperton, liberándose para siempre de esa terrible pesadilla.

Después de la muerte de Álvarez, 4 mujeres y 7 niños, últimos sobrevivientes de la Isla de la Pasión, fueron rescatados por el cañonero USS Yorktown de la marina estadunidense que, comandado por el capitán H:P:Perril, andaba por el rumbo en misión de patrullaje debido a la Primera Guerra Mundial.

El 2 de Marzo de 1919, ante la persistencia francesa, Porfirio Díaz firmó un documento en el cual México y Francia pactaron llevar el caso Clipperton a una tribuna arbitral, encomendándole el veredicto al rey de Italia, Víctor Manuel III, asignado por el Vaticano. El monarca italiano, de manera controversial e injusta, dictaminó que, por la posesión hecha a nombre de Napoleón III el 17 de Febrero de 1858, la Isla de la Pasión le pertenece a Francia. Por la Primera Guerra Mundial y otras circunstancias, el veredicto se dio a conocer hasta el 28 de Enero de 1931.

Actualmente la isla, por un acuerdo entre México y Francia, se ha convertido en un laboratorio oceanográfico, en donde científicos de ambos países, trabajan mancomunadamente para estudiar la fauna d la zona.

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