¿Y Quién es ese señor? Segunda parte
NACE CRÍ-CRÍ “EL GRILLITO CANTOR”
En sus nuevas estrecheces económicas despertó llorando el niño que llevaba adormecido por los golpes de la vida y en un programa que patrocinó la Lotería Nacional, la voz de Francisco Gabilondo Soler dedicó por primera vez a los niños mexicanos canciones infantiles.
Las canciones no eran de su inspiración, sino “de cosecha ajena”; pero el sentimiento es lo que cuenta y el programa conquistó a los niños. Y el público infantil creció y creció porque el solitario soñador de las praderas y de las galaxias, es conocedor sensible de alma de los niños y sabe platicar con ellos en su mismo idioma: el idioma del candor y el sentimiento blanco.
Con el fin de tener “materia prima” suficiente para la nunca satisfecha fantasía de los miles de menudos radioescuchas, don Othón Vélez, Gerente de “la W”, sugirió al cantor: “Haga usted aventuras continuadas de algún animalito, un pajarito, por ejemplo...” Aventuras de algún animalito con música de violín (el de Núñez de Borbón)... Un animalito que toque el violín: ¡Un grillo, por ejemplo...! Un grillito que al tocarlo, haga “Crí-Crí...”
Y así nació CRÍ-CRÍ al mundo de los niños el 15 de octubre de 1934 en la XEW con el programa “CRÍ-CRÍ, EL GRILLITO CANTOR”.
Desde “El Chorrito con calor” la primera de sus 202 bellas canciones infantiles hasta “Pastelera Mexicana” la última grabada por el fabuloso y simpático grillito, todas, esfumando las frágiles barreras de la edad, han hecho vibrar con notas y palabras que enternecen, los más hondos sentimientos de quienes escuchan. Y por eso, Francisco Gabilondo Soler, como alguien apuntó: “al crear su personaje inolvidable ha contribuido al engrandecimiento del alma y ha hecho palpitar la belleza y la ternura en cada niño y en cada hombre”.
El programa de CRÍ-CRÍ duró hasta el 8 de agosto de 1940 y tuvo como principales colaboradores de Francisco: al mencionado Núñez de Borbón, a Leopoldo Samaniego, y al narrador Manuel Bernal, entre otros más. Y el simpático grillito conquistó de tal manera la fantasía de los niños mexicanos que, identificando al personaje con su autor, éstos empezaron a llamar CRÍ-CRÍ a Francisco Gabilondo porque “la obra se comió al maestro”.
Mientras tanto, el maestro, a pesar de ser figura nacional, continuaba sin dinero... “Popular pero sin céntimo” como alguien más escribiera.
FRANCISCO “EL NAVEGANTE”
Vino entonces la Segunda Guerra Mundial ofreciendo, en la escasez de brazos, amplias oportunidades marítimas.
La huella de Salgari en el polifacético carácter del astrónomo – torero – boxeador y cantor de la niñez, le hizo asimilar en solo un par de meses un curso completo de navegación.
Con estos acontecimientos y sus ansias de aventura siempre insatisfechas, se lanza hacia el Pacífico en un viaje hacia la Antártica: en 1940 sale de Acapulco bordeando toda Sudamérica, y pagando con trabajo la larga travesía.
En los puertos donde anclaban tocaba el acordeón para “hacer algún dinero” y en Argentina radicó tres meses.
Esta misma afición al mar lo llevó en otra ocasión a participar en un concurso de regatas de San Francisco a Acapulco; y... Salgari nuevamente: fue a buscar a las islas Revillagigedo un tesoro escondido...
EL TRIUNFO DEFINITIVO.
El programa de CRÍ-CRÍ reapareció más tarde y el Grillito Cantor se presentó otra vez con su simpático violín en una mano y una llave de oro en la otra: era la llave del arcón de la abundancia que, con justicia, se ofrecía a la figura consagrada del CANTOR DE LA NIÑEZ. Y el arcón abrió su tapa haciendo realidad para Francisco su dorado sueño de Tultepec ofreciendo para él, entre otros más, los siguientes frutos sazonados:
En 1948 Francisco Gabilondo Soler empezó a grabar para la RCA VÍCTOR y la fabulosa aceptación de sus canciones le hizo merecedor de EL DISCO DE ORO.
Compuso música para los cuentos: EL GATO CON BOTAS, LA FLOR DE LIRILAN, y LOS SIETE CABRITOS Y EL LOBO que más tarde fue llevada a la pantalla.
Un poco después, antes de su segundo matrimonio, (esta vez con IVETTE BOULET, madre de sus hijos Andrea y Paco) se editaron varios cancioneros suyos.
En 1959 celebró sus 25 años como compositor con el ALBUM DE PLATA de sus canciones y cuentos y en 1961 se inició bajo su asesoramiento y supervisión, la publicación semanal de una serie de revistas con cuentos alrededor de algunas de las canciones del inmortal personaje “El Grillito Cantor”.
Muchos de nosotros recordamos con agrado añorando nuestra infancia las figuras y canciones de CRÍ-CRÍ que la fábrica LARÍN hizo circular profusamente en el primer álbum de estampas publicado en México.
En 1964 el genial Walt Disney dio vida con su pluma magistral a “los muñecos animados” de la película de largometraje “CRÍ-CRÍ, el Grillito Cantor” que estuvo a cargo de Carlos Amador bajo los auspicios del Instituto Mexicano de Protección a la Infancia; película en la que tuvo parte activa Emilio Tuero, gran amigo de Francisco Gabilondo.
Cuarenta años más tarde Francisco realizó una serie de televisión por canal 5 que duró seis meses y en el homenaje “ALBUM DEL RECUERDO” sus compañeros de la XEW y numerosos representantes de la Sociedad Nacional de Autores y Compositores de la Música, le rindieron sincera y afectuosa pleitesía por su gran aportación a la música de México.
Radiolandia le otorgó también un premio por el mejor programa infantil de la televisión mexicana; y en 1969 el Teatro del Seguro Social dedicó al Mimado de los Niños, su temporada infantil.
En 1970, dentro del ciclo FESTIVALAZO del Canal 5, el gran cómico CHABELO escenificó sus canciones por la pantalla chica con inmenso regocijo de la gente menuda y de la gente grande.
Orizaba, su ciudad natal, año con año, se desborda en apoteótico homenaje al esclarecido orizabeño que sobre las blancas alas de sus canciones ha llevado a todos los rincones de la Patria el sano y justo orgullo de la tierra que lo vio nacer.