La luz eléctrica en Orizaba
Hasta el 23 de Mayo de 1891 las arcaicas lámparas de petróleo que ahuyentaban las sombras en las esquinas de las calles provincianas y las velas de parafina o cera o los hachones de ocote que iluminaban los oscuros rincones de las casas orizabeñas, fueron la única luz mortecina que tuvo Orizaba.
En 1827 D. José Ma. Mendizábal, como miembro del ayuntamiento en turno, consiguió para la población 150 farolas que fueron costeadas por personas acomodadas.
Estas candilejas colocadas en las esquinas y en las rejas de las ventanas sólo proporcionaban su luz hasta las 9 de la noche. Después de esa hora Orizaba se sepultaba en una “boca de lobo”.
Esta situación, tan triste y peligrosa, vivida por las aldeas y pueblos de nuestro país, duró en Orizaba hasta las primeros años del pasado sigo XX; aunque, en 1887, la ciudad ya contaba con 541 farolas alimentadas por petróleo y “solarina” a cuyo cargo había 36 veladores que se encargaban también de guardar el orden público durante las largas y oscuras noches.
Fue hasta el año de 1891 que nuestro pueblo conoció la maravilla de la luz eléctrica descubierta recientemente; pues un año antes, en 1890, el ayuntamiento de Orizaba celebró un contrato con los dueños de la fábrica de Cocolapam que ya movían sus telares con la fuerza descubierta por Benjamín Franklin, para adquirir 38 focos de arco de 2,000 bujías y 150 lámparas incandescentes de 32 que, como auxilio de 71 faroles con lámparas de petróleo, se colocaron en algunos barrios de la población.
Con la introducción de la luz eléctrica en Orizaba el día 28 de Mayo de 1891, gracias a los buenos oficios del Sr. D. Samuel R. Acevedo, Jefe Político del Cantón y del dinámico alcalde municipal D. Julio M. Vélez a quien Orizaba debe el mercado Melchor Ocampo y su Palacio de Hierro, en la estación del Ferrocarril Mexicano hubo 3 focos de arco para el público, 4 en la calle de Cocolapam, 8 en la cárcel para varones y 4 más en el hospicio municipal.
Al formarse una “Cia. de Luz Eléctrica” que estuvo representada por D. Manuel Escandón, quien sucediera al Sr. Vélez como alcalde de Orizaba, los comercios y las casas particulares tuvieron focos de 16 bujías mediante una cuota mensual de $1.50 y el Municipio tuvo alumbrado público por $10,000.00 anuales.
En 1898, al terminar el contrato celebrado con el señor Escandón como administrador de la fábrica de Cocolapam, por gestiones del Sr. Ricardo Segura se celebró un nuevo contrato con esa empresa para colocar 60 mil focos de 16 bujías. De esos focos, 20 mil fueron proporcionados por una cuota mensual de $0.75 y se contempló en el contrato una reducción a $0.50 mensuales por luminaria; además de proporcionar fuerza motriz de 1 caballo para talleres particulares durante 12 horas diarias por un costo de $8.00 mensuales.
La Fábrica de Fibras Duras Santa Gertrudis “El Yute” y la Fábrica de Hilados y Tejidos de Río Blanco, proporcionaron también electricidad a la región de Orizaba. Esta electricidad generada por las aguas del río en sus plantas asentadas en el asombroso cañón del Río Blanco en Barrio Nuevo moviendo sus antiguos dínamos, se sigue generando aún después de cerradas las fábricas; y es ofrecida en venta a los municipios de la región por los nuevos dueños que las rescataron de la debacle industrial de la otrora orgullosa “Manchester Veracruzana”
Entrado ya el siglo XX las empresas extranjeras “Cia. de Luz y Fuerza de Orizaba” y “Cia. de Tranvías, Luz y Fuerza de Puebla” en su planta de Tuxpango, vendieron la electricidad a nuestra región pero sólo hasta el año de 1960, pues el 1º de Enero de ese año estas empresas fueron nacionalizadas por el Presidente de la República, el Lic. Adolfo López Mateos.
A partir de la nacionalización y ya en 1968, oficialmente, se formó la ”Comisión Federal de Electricidad” y ésta, bajo el control del Gobierno, a pesar de sus burocráticas ineficiencias muy “a la mexicana”, nos ha conducido de los arcaicos faroles de barro alimentados con petróleo, manteca o aceite de nabo, a la actual maravilla del Internet.
Según el censo efectuado el año 2000 por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI) el municipio de Orizaba contaba ese año con 29,921 viviendas habitadas por 118,593 personas; y de esas viviendas particulares el 98%, es decir: 29,582 casas contaban con energía eléctrica proporcionada por la Comisión Federal de Electricidad.