Los dos grandes ríos de Orizaba
Las corrientes de agua que saturan y dan vida al fértil suelo de Orizaba, son muy numerosas. La mayoría son tributarias de dos importantes ríos que han ligado su paso milenario al progreso industrial de la región. Estos ríos, que convierten a Orizaba, “La Ciudad de las Aguas Alegres”, en la única ciudad de la República Mexicana atravesada por dos ríos, son: el Río Blanco y el Río Orizaba.
El Río Blanco
El Rio Blanco nace en Sierra de Agua, en un pintoresco paraje llamado “La Atarjea” de las cumbres de las Cumbres de Acultzingo, y baja hacia el fondo del valle donde recibe, al decir de Motolinía, (según Alfonso Aguirre Beltrán en su obra antropológica) las aguas de un manantial nacido en Atzonpan; y se nutre con los escurrimientos de las montañas de Tequila y Zongolica.
Estas pequeñas corrientes que corren calladamente en las entrañas de los cerros o se deslizan sobre sus agrestes laderas, afloran en Texmalaca para unirse, en Ojo Zarco (La Taza de Agua), El Rincón de las Doncellas y La Laguna de Nogales, a las sulfurosas aguas llegadas por filtraciones desde el Pico de Orizaba
Con estas ocultas corrientes el Rio Blanco se convierte en el caudaloso río que, por muchos años, movió con sus claras y alcalinas aguas, las turbinas de potentes plantas hidroeléctricas dando fuerza vital a numerosas fábricas textiles, hoy desaparecidas, para seguir su largo trayecto de 114 kilómetros hasta las candentes costas de Alvarado, recibiendo, en su recorrido, más de 70 afluentes o corrientes tributarias.
Entre estas corrientes se encuentran los ríos Orizaba, Tlilapan y Escamela o Río Tendido, con cuyas impetuosas aguas plasman las hermosas cascadas de Rincón Grande y Barrio Nuevo que son un imán para el turismo extranjero.
En 1601 Dn. Antonio de Herrera y Tordesillas en el capítulo XXII de su obra “Las Décadas” “Historia general de los hechos y conquistas de los castellanos” describe puntualmente la laguna de Aljojuca en su relación de Tepeaca; y afirma que, es creencia general, que esta laguna alimenta un rio subterráneo, el cual bajando 10 leguas bajo tierra, aflora en un punto llamado Aolizapan (Aguas blancas) donde el agua es azul y transparente y que, en ese punto, origina un rio del mismo nombre, pues el agua del rio, de la misma manera, es azul y trasparente”
Los estudiosos de la historia suponen que Don Antonio de Herrera llama Aolizapan al manantial Ojo Zarco (Taza de agua) en donde, efectivamente, el agua es azul y transparente y el río “Agua Blanca”(Aolizapan) se nutre, para continuar en su largo trayecto hacia las costas veracruzanas, con su nombre indígena traducido como Rio Blanco.
El Río Orizaba
Con el primitivo nombre de atlchipinapam (Rocío sobre el río) el Rio Orizaba surge a la luz de las profundas entrañas de la tierra, en un pequeño manantial llamado Ojo de Venado cerca de las laderas del Citlaltépetl.
Desaparece en un corto trayecto, para aparecer después, alimentado por los manantiales de Jesús María, del ex Rancho Tepoxtlán, de los veneros de La Perla y del Arroyo Palatice. Sus bullangueras aguas cruzan toda la ciudad de Orizaba de norte a sur, en un recorrido de 35,947 metros, según la Comisión Nacional del Agua; y siguen su recorrido hacia el Sur, para mezclarse con las (antes) limpias y blancas aguas del Río Blanco en la ex hacienda de San Antonio Jalapilla.
Imágenes: Nacimiento del Río Blanco y El Río Aholizapan (Aguas Blancas)