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Don Benjamín Maciel Gómez

La Fundación Mier y Pesado.


Doña Isabel Pesado De la Llave, nacida en Orizaba en 1832, fue una acaudalada y piadosa dama, hija del ilustre poeta, escritor y literato orizabeño D. Joaquín Pesado y Pérez (1801-1861)

Doña Isabel contrajo matrimonio en 1868, con D. Antonio Mier y Celis, Duque de Mier y connotado funcionario público, descendiente de una linajuda y rica familia española; uniendo, de esta manera, dos fortunas familiares.

Al morir el matrimonio Mier y Pesado: él en 1899 y ella en 1913, sin dejar herederos ya que el único hijo que tuvieron murió al nacer, la cuantiosa fortuna familiar fue destinada a obras de caridad, por consejos, (según se dice), del Santo Padre a Doña Isabel. De esta manera, quedando como albacea de todos los bienes doña Trinidad Pesado Rubín, hermana de doña Isabel, se constituyó un patronato para invertir y administrar esos bienes.

El día 2 de Mayo de 1917, acatando la última voluntad de la Duquesa de Mier, se construyó en Tacubaya, México, lugar donde el matrimonio Mier y Pesado vivió un breve tiempo para después radicar en París, Francia, un enorme y hermoso asilo para ancianas y, un año después, en 1918, dos colegios para niños en Coyoacán: el Instituto Mier y Pesado para niñas; y la Escuela Mier y Pesado para niños, beneméritas instituciones que durante ya casi un siglo, han formado a miles de alumnos, muchos de los cuales son destacados profesionistas.

La Duquesa de Mier no podía olvidar a su tierra natal y en su testamento, ordenó la construcción de otro asilo para mujeres ancianas. Este refugio es el hermoso, aunque poco funcional Asilo Mier y Pesado de Orizaba, objeto de esta breve reseña histórica.

Este castillo, un orgullo, por su belleza, para casi todos los orizabeños, se empezó a construir en 1939 y fue inaugurado en 1944. Para su construcción se siguió (según se dice) el modelo de un palacio de Inglaterra, siguiendo los planos de la casa solariega del Duque de Mier en España. Esta construcción “en forma de avión” es realmente poco funcional para dar servicio como un asilo para hombres o mujeres ancianas; pero arquitectónicamente hablando, es de singular belleza.

El Asilo Mier y Pesado de Orizaba, en cuyo reglamento se especifica que no es asilo para indigentes; sino para ancianas de familias antiguamente pudientes que, por azares del destino, han venido a menos, empezó a funcionar con cuatro religiosas de la orden de “Hijas de María Inmaculada de Guadalupe”, incorporando, más tarde, a otras cinco, para atender a 42 ancianas, las cuales han llegado a sumar hasta 90 hospedadas.

Al frente del patronato que funciona en la ciudad de México, se encuentra (o se encontraba) la Sra. Guadalupe Mondragón Campos; y como representante legal, hasta antes de su deceso, el Sr. Lic. Octavio Gómez Grajales.

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