ORIZABA Pinceladas de su historia Las Ciénagas de Tepatlaxco y el rio de Los Totolitos.
Por una clara inclinación del valle de norte a sur y de poniente a oriente, y por las antiguas Ciénagas de Tepatlaxco, hasta mediados del pasado siglo XX Orizaba nunca sufrió inundaciones por las copiosas lluvias que caen de julio a septiembre.
Las Ciénagas de Tepatlaxco, lugar donde se resumían las abundantes corrientes de agua venidas de los municipios del norte de la población, estuvieron localizadas en los antiguos ranchos del Espinal y el Espinalillo, que fueron propiedad de los señores don Joaquín Carrillo Tablas, de don Juan A. Torrea y de una familia de apellido Terrazas, fue la zona hoy ocupado por el mercado Zapata, por el Instituto tecnológico, las instalaciones deportivas de los empleados del Seguro Social, en Circunvalación Norte, y por los terrenos aledaños a la iglesia de La Concordia.
Dentro de este lugar antes cenagoso nacen, por filtraciones desde el Volcán, tres arroyuelos que llevan por nombres: arroyo Limón, arroyo Caliente y arroyo Los aguacates o Rio de Los Totolitos.
Con la construcción del Instituto tecnológico de Orizaba en 1957, la urbanización de la zona norte y con la construcción del Anillo Periférico con las unidades habitaciones del INFONAVIT en 1981, desaparecieron las ciénagas Tepatlaxco y el agua empezó a correr sobre el asfalto de las calles y avenidas.
El arroyo Limón, que es el menor de los tres arroyuelos, nace precisamente dentro de las instalaciones deportivas del Seguro Social. Entubado por los vecinos, bajo la dirección del autor de estas líneas en tubos donados por la Cervecería Moctezuma, corre bajo el asfalto de la Avenida Circunvalación. Dos de esos tubos, sobrantes, se encuentran como “un adorno” junto a los juegos deportivos de las citadas instalaciones.
El arroyo Caliente nace dentro de los jardines del Instituto Tecnológico de Orizaba y corre oculto bajo el asfalto de avenidas y calles y bajo los pisos de algunas casas, para salir a flote cerca de la avenida Cidosa con pestilentes aguas contaminadas por el cercano rastro municipal. Sigue después su curso para llegar como afluente de los ríos Orizaba y Blanco junto a la iglesia de san Antonio Jalapilla.
El arroyo Los Aguacates convertido en el río de Los Totolitos, nace, como un arroyo pequeño en el fraccionamiento formado por la colonia 27 de Mayo, aledaña a las instalaciones del Seguro Social y corre oculto bajo los pisos de las calles y las casas hasta llegar a la esquina de la avenida Oriente 9 con la calle Norte 28.
En este punto, en 1981 el arroyo corría dentro de una profunda barranca de 8 metros de ancho por 4 de fondo, entre las avenidas oriente 9 y Oriente 7. El autor de esta líneas, como presidente de la colonia Adolfo López Mateos, con ayuda de los vecinos, se dieron a la tarea de entubar el arroyo en 110 tubos de 36 pulgadas adquiridos en la cantidad de 88 mil pesos y las aguas del rio siguieron su curso dentro la manzana localizada entre las avenidas Oriente 7 y Oriente 5.
Con la desaparición del resumidero que había en las ciénagas de Tepatlaxco empezaron loas inundaciones en la “Ciudad de las Aguas Alegres” con las consiguientes quejas al Municipio de los ciudadanos afectados.
Las autoridades municipales pretendieron resolver el problema creando un vaso de retención en la parte norte del valle con el nombre de laguna del Chirimoyo y conduciendo sus aguas mediante dos colectores: el Colector Norte y el Colector Pluvial inter colonias.
El colector norte tuvo un costo de $1,326.000.00 para conducir las aguas hacia el río Orizaba; y el Colector Pluvial inter Colonias construido del mes de noviembre del año 2008 al mes de noviembre del 2010 a un costo de $47, 328,000.00 las arroja al río de Los Totolitos.
El Colector Pluvial inter colonias que tiene un diámetro de 2 metros de ancho por 2.50 de alto y un recorrido de 4 y medio kilómetros, arroja sus aguas al río de Los Totolitos precisamente en la manzana de Oriente 7 y Oriente 5 con Norte 28 y Norte 30 y a partir del momento de la primera descarga empezaron los problemas: el cauce de un arroyuelo pequeño no tiene capacidad para conducir los caudales de un caudaloso río.
Algunos propietarios con escrituras indebidamente aprobadas y otros, sin ellas, construyeron sus casas en las riberas del arroyuelo o sobre el mismo arroyuelo entubado.
El arroyuelo Los Aguacates convertido en el caudaloso rio de Los Totolitos con las aguas del Chirimoyo y las copiosas lluvias de Pluviosilla socavó la cimentación de esas casas dejándolas hasta el punto de ser arrastradas por la corriente.
Con la intención de solucionar este problema el ayuntamiento (2014-2017) y la Comisión Nacional del Agua se dieron a la tarea de ensanchar el cauce del río desde Colón oriente (entre Sur 35 y 37) , hasta la Oriente 2, la Oriente 4 y la Oriente 4-A, demoliendo las casas cercanas a sus riberas, profundizando y pavimentando su lecho y levantando en sus dos orillas altísimos muros de contención de concreto armado, obra que fue ejecutada por la compañía CONSTRUCTO.
Con un proyecto de más de cien millones de pesos la CONAGUA ofreció buscar los recursos para continuar esta misma obra del rio de Los Totolitos hasta donde termina el fraccionamiento Vía Toscana en santa Gertrudis. Después de este punto el rio sigue su trayectoria en su antiguo cauce, hasta llegar a su abrazo con los ríos Orizaba y Blanco en La Junta de Jalapilla.
Imagen: Conexión del colector al río y trabajos de ampliación de su cauce