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  • Don Benjamín Maciel Gómez

Los Insurgentes Orizabeños


Desde finales del siglo XVIII, en el México oprimido, fue apareciendo aquella sorda agitación precursora de los grandes cambios sociales, agitación que en 1810, se trasformó en una hoguera que incendió todos los campos de la patria.

Una chispa de esta hoguera prendió las ansias de libertad en algunos intelectuales orizabeños, como don José Ignacio Couto y su hermano don Antonio Couto, quienes, en 1810, se aprestaron para la lucha, y a los cuales se les unieron un oscuro comerciante de caballos de nombre Francisco Leyva y un indígena de Ixhuatlán de nombre Constantino, para secundar la rebelión de Simón y Nicolás Bravo, Pablo Galeana y José Mier y Terán.

El bajo clero mexicano que tan decisiva parte tomó en nuestra gesta libertaria, se hizo también presente en Orizaba.

El 28 de mayo de 1812, tres sacerdotes: don Juan Moctezuma Cortés (cura de Zongolica) don. Manuel de las Fuentes Alarcón (cura de Maltrata) y don José María Sánchez Vega, (vicario de Tlacotepec), en compañía de dos civiles: Miguel Montiel y Miguel Moreno, se unieron a Francisco Leiva.

La guarnición de Orizaba estaba comandada por el realista don José Manuel Panes, quien con más de 500 hombres, estaba acuartelado en el convento del Carmen.

Algunos de los realistas que protagonizaron las gestas de la independencia en Orizaba fueron: el Coronel José Antonio Andrade, don José Manuel Panes, el Brigadier Ciriaco Vázquez, don Juan Labaqui, el Teniente Coronel Luis del Águila, el Capitán Bernardo Melgar, y el fatídico Coronel don Francisco Hevia

Poniendo en una balanza, a grandes rasgos, las victorias y las derrotas de los patriotas orizabeños en la Guerra de Independencia, el platillo de las derrotas se inclina con 14 derrotas contra 7, victorias.

Si para narrarlas, tratamos de sintetizar estas derrotas y victorias de los insurgentes orizabeños se pueden describir de la manera siguiente, poniendo en primer lugar sus victorias.

Victorias:

El día 22 de mayo de 1812, el cura Fuentes Alarcón atacó a la guarnición española atrincherada en la Garita de la Angostura; y el 26 y el 28 la bandera insurgente ondeó victoriosa sobre el cerro del Borrego.

A fines de Junio llegó a Orizaba el jefe realista don Juan Labaqui con 400 hombres, para custodiar la correspondencia española de Veracruz. Desde Tehuacán, el 18 de agosto de 1812, el General don José María Morelos ordenó al insurgente Nicolás Bravo batir a Labaqui.

Nicolás Bravo y Pablo Galeana marcharon contra Labaqui con 200 infantes y 400 caballos, y lo enfrentaron el día 18 de agosto en El Palmar. Un negro insurgente mató a Labaqui de un machetazo y los realistas se rindieron.

El día 29, Galeana con 12,000 soldados, atacó la Garita de la Angostura donde perdió muchos hombres por una falla en la táctica del asalto. Durante la sangrienta refriega el realista Andrade se enfrentó en La Borda a los insurgentes. Las calles de Orizaba se llenaron de cadáveres y las aguas del río se tiñeron de sangre, con la victoria insurgente.

En el asalto a Orizaba, en octubre de 1812, dueño ya de la plaza el Generalísimo de la Insurgencia don José Ma. Morelos, a las 11 de la mañana se alojó en casa del señor don Benito Rocha Pardiñas, ilustre patriota orizabeño que tuvo actuación destacada en las campañas del General en Oaxaca. Frente a la misma casa del Sr. Rocha Morelos mandó fusilar al Alférez Santa María y al Capitán Bernardo Melgar, “por traición a la causa”, a pesar de las súplicas de doña Mariana Rocha para tratar de evitarlo.

El 31 de octubre fue terrible para Orizaba: Además del saqueo generalizado de casas particulares, oficinas y almacenes, por orden del General Morelos se incendiaron las bodegas del Estanco del Tabaco, privando, de esta manera, al gobierno español, de uno de los más importantes recursos del virreinato.

El día 23 de abril de 1816, Orizaba fue escenario de una sangrienta batalla en la que los insurgentes, comandados por Montiel, masacraron a los realistas en el mismo atrio de la parroquia, lugar donde se habían refugiado en espera de refuerzos del convento del Carmen, que no llegaron.

El 24 de febrero de 1821 don Agustín de Iturbide consumó el Plan de Iguala.

Ese mismo año de 1821, el gobernador de la Provincia de Veracruz, Joseph Dávila, nombró al Coronel Antonio López de Santa Anna, como jefe de la guarnición de Orizaba.

El día 23 de mayo, Francisco Miranda y el cura de Actopan don Juan Martínez, insurgentes surgidos del Plan de Iguala, conminaron a Santa Anna a que se rindiera, adhiriéndose a Iturbide.

Como respuesta inmediata, Santa Anna salió del cuartel del Carmen con 15 realistas dispuesto a atacar a Miranda; pero fue rechazado por éste y se refugió en el mismo cuartel del convento del Carmen.

Los insurgentes Miranda y Martínez se dirigieron al fuerte de la Angostura, donde fueron atacados por Santa Anna el día 25 de mayo.

Al día siguiente, día 26 de mayo, Félix Luna que, indultado el 18 de Marzo juntamente con Simón Bravo había tomado nuevamente las armas, reforzó con su gente las fuerzas de Miranda y Martínez; y después de vencer a Santa Anna, penetró hasta San José donde dio muerte a Izaguirre, cabo del resguardo del tabaco.

Muchos jóvenes orizabeños, entusiasmados con el Plan de Iguala, engrosaron las filas de Miranda y Martínez. Entre estos jóvenes se encontraban los hermanos Juan, Miguel y José María Bringas, miembros de una distinguida familia orizabeña.

Derrotas:

Ante la penosa derrota, que sufrió Manuel Panes ante las fuerzas de Alarcón el 22 de mayo de 1812 el realista huyó hacia la Villa de Córdoba; y en su persecución salió el cura Moctezuma, quien por su impericia y falta de recursos, fue derrotado en el llano de Escamela por una partida de Panes.

El día 30 de mayo, 1500 insurgentes reclutados por Sánchez Arroyo, cura de San Andrés Chalchicomula, se unieron a las fuerzas de Alarcón, para poner sitio a Córdoba el día 2 de junio. El sitio duró ocho días sin ningunos resultados favorables y las fuerzas de Alarcón se retiraron, en completo desorden, el día 11 de junio de 1812 perdiendo tres cañones, entre numerosos muertos y más de 100 prisioneros.

El Brigadier español don Ciriaco Vázquez, después de vencer a Miguel Moreno en el sitio de San Cristóbal, restableció en Orizaba el poder virreinal y se marchó de la villa el día 22 de junio de ese año.

El 24 de junio de 1812, se enfrentaron en La Perla Francisco Leiva y el Capitán Melgar. Leiva fue derrotado perdiendo el estandarte de la Virgen de Guadalupe.

El 19 de octubre de 1812, Morelos ordenó a Leiva sitiar la Garita de Escamela; pero el Coronel Andrade con 600 hombres lo derrotó en La Perla el día 24.

Tras la victoria del Gral. Morelos, el incendio de las reservas del tabaco y el saqueo de Orizaba el Generalísimo se dirigió a Tehuacán; pero en Puente Colorado, por un error estratégico de Galeana, fue derrotado por el Teniente Coronel Luis del Águila, quien con sólo 2,000 soldados abatió a un poderoso ejército de cerca de 12,000 hombres el día 1º de noviembre de 1812.

Después de su sonora victoria, el Coronel Luis del Águila, entró como héroe a la villa de Orizaba el día 2 de noviembre; y Montiel y Leiva se retiraron a la Perla.

En 1814 con la derrota de Morelos por Iturbide en Morelia, la revuelta insurgente agonizaba y el Virrey Calleja, después de disolver el Primer Ayuntamiento Constitucional de Orizaba, aumentaba los impuestos al pueblo y permitía asumir el mando al feroz coronel Francisco Hevia.

Después de vencer a Rayón, el Comandante Francisco Hevia con 1,300 hombres, llegó a Orizaba el día 20 de abril de 1814.

Este hombre astuto y cruel, a pesar de haber sido recibido con aplausos y festejos, mandó fusilar 246 prisioneros y el día 2 de julio se fue de Orizaba para destruir San Hipólito.

1816 fue un año aciago para los insurgentes orizabeños quienes, ante la derrota de Ignacio López Rayón y José Mier y Terán el 7 de noviembre de ese año, se rindieron el 7 de noviembre en Monte Blanco y Chocamán, ante las fuerzas de Márquez , Donallo y Melchor Muzquis.

Ese mismo año Montiel falleció en Maltrata y el mando fue asumido por el orizabeño don Antonio Couto quien, con su hermano, el sacerdote don Ignacio Couto y el insurgente Félix Luna, fueron derrotados dos veces.

El día 9 de febrero de 1817, en camino a Coscomatepec, el realista José A. Ruiz derrotó a los Couto y a Félix Luna, en la barranca de Tomatlán.

El día 17 del mismo mes (febrero de 1817) volvió a Orizaba el sanguinario comandante Hevia, después de someter en Huatusco a Félix Luna, a Simón Bravo y al cura de Coscomatepec don Antonio Amez; y el día 19 mandó fusilar a 22 prisioneros.

En los años 1817 y 1818 en la pacificada región de Orizaba a través de indultos, sólo quedaba una pequeña escolta de insurgentes en la Garita de Escamela.

A las 4 de la mañana del siguiente día, los “patriotas” (orizabeños afines a los realistas) y los guardias del Carmen, atacaron por sorpresa a los insurgentes de la Garita, quienes mientras dormían, fueron aniquilados.

Después de esta derrota, Martínez, reforzado por Joaquín Herrera, salió a combatir a Santa Anna a la Garita de Escamela y Santa Anna, quien había cambiado de bando, entregó las armas, adhiriéndose al Plan de Iguala.

Dueño ya de la situación, Joaquín Herrera tomó posesión de la plaza a las 3 y media de la tarde de ese día 27 de mayo de 1821, y marchó sobre Córdoba, para recuperar la villa que el día 22 había sido ocupada por Hevia juntamente con la plaza de Orizaba, cuando Herrera cayó vencido por él en Tepeaca el día 17 anterior.

El 27 de mayo Herrera marchó con su ejército a la villa de Córdoba y Hevia salió a perseguirlo, derrotando al día siguiente a las fuerzas de Félix Díaz.

Pero, desde el día 10 de ese mes, 250 cordobeses y un nutrido grupo de indígenas de Amatlán, se unieron para enfrentar a Hevia, y durante la encarnizada batalla del día 27, le dieron muerte a Hevia con un tiro de fusil en la cabeza.

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