Breve historia de la ciudad de Río Blanco
Las tierras donde se asienta el actual municipio de Río Blanco, antes de la Conquista pertenecieron (probablemente) al antiguo Ostotipac, actualmente Los Nogales.
Después de la conquista, hacia 1544, el virrey don Antonio de Mendoza se apoderó de ellas extendiendo su dominio hasta las cumbres de Acultzingo.
En ellas el virrey sembró caña de azúcar para abastecer un ingenio de su propiedad que llevó el nombre de Ingenio de San Juan Bautista de los Nogales.
Por real decreto del 14 de febrero de 1627 y con Real Despacho del 29 de marzo del mismo año, Felipe IV otorgó a favor de don Rodrigo de Vivero Aberrucia el título de Conde del Valle de Orizaba, Vizconde de San Miguel y Señor de Tecamachalco.
A partir de esta fecha las extensas tierras de Río Blanco pasaron a la propiedad del conde, quien las siguió cultivando con sembradíos de caña de azúcar, sin establecer en ellas ningún asentamiento humano.
Fue hasta el año de 1632 que en esas extensas tierras, deshabitadas, el Conde estableció el primer poblado con gente que trajo de Tecamachalco para el cultivo de sus cañaverales.
El nuevo pueblo recibió el nombre de Tenango y muy pronto, con el explotado trabajo de los indígenas bajo la férula del Conde de Vivero, se incrementó, hasta formar un nutrido conglomerado humano.
En 1714 los pobladores de Los Nogales se convirtieron en una república de naturales con el nombre de República de Naturales de San Juan de Los Nogales, al que los cercanos pueblos de Tenango y Huiloapan se le agregaron como barrios.
En 1859 Huiloapan y Tenango formaron sus propios cabildos y se separaron de Los Nogales.
En 1873 con la llegada del ferrocarril Mexicano y el establecimiento en 1892 de la fábrica de hilados y tejidos Cia. Industrial de Orizaba (CIDOSA) los vientos del progreso soplaron sobre el horizonte y se formó el nuevo pueblo de Santa Catarina Tenango de Rio Blanco.
En el pueblo de Santa Catarina, Tenango, con piedra y arena del cercano cerro de Santa Catarina, y estructuras metálicas (columnas y trabes) traídas de Bélgica y Francia, se inició en 1889 la construcción de esta gran fábrica.
La construcción, efectuada en una superficie de 16,750 metros cuadrados (17 hectáreas), y dirigida por el ingeniero mexicano don Arturo B. Coca, se hizo con tal rapidez que, a sólo tres años de iniciada, fue inaugurada por el Presidente de la República, don Porfirio Díaz, el 9 de octubre de 1892, con la asistencia de “lo más granado del capital francés y de la política nacional” entre largos y pomposos discursos y la general alegría del pueblo asistente.
Su maquinaria movida por la fuerza hidráulica proporcionada por las aguas del Río Tlilapan al caer sobre el Río Blanco en la cascada de Rincón Grande, daba ocupación a 1,700 obreros explotados en agobiantes jornadas de más de 14 horas diarias sin ninguno de los actuales derechos laborales. Esta circunstancia originó los trágicos sucesos del 7 de Enero de 1907.
En 1899 los poderes municipales pasaron de Tenango a Santa Catarina del Río Blanco y en 1910 este poblado recibió su título de Villa. A partir de esa fecha el sindicalismo regional cobró auge, haciendo sentir su presencia en la vida laboral, social, y política de toda la región, convirtiendo a la región, en la zona fabril más importante del país, hasta el al grado de merecer el título de “La Manchester Mexicana”.
Después de la Independencia en el espacio extendido entre la población de Rio Blanco y la Garita de San Miguel de Orizaba, hubo campos para la cría de ganado y sembradíos de tabaco.
En este lugar ocurrió la batalla del 28 de Mayo de 1812 en la que los insurgentes derrotaron a la guarnición realista de Orizaba; y después de la Independencia, con la desaparición del Condado del Valle de Orizaba, se siguió creando en sus tierras ranchos ganaderos y agrícolas y el agrarismo formó el Ejido Vicente Guerrero.
La autopista México-Veracruz inaugurada en 1966, con entronque en Vicente Guerrero, propició el progreso de este lugar: se establecieron empresas de transporte, bodegas colonias, unidades habitacionales y pequeñas industrias y el hospital regional de Río Blanco.
En 1967 Rio Blanco, por su importancia, recibió el título de ciudad; importancia que se mantuvo hasta el cierre, el año 2004, de la industria que le inyectaba vida, la industria textil, quedando como motor de la economía municipal la dinámica comercial.
En su patrimonio cultural son muy significativos su magnífica iglesia gótica del Sagrado Corazón de Jesús y los edificios e instalaciones de su ex-fábrica textil de Río Blanco.