Don Silvestre Moreno Cora
Descendiente de una antigua familia orizabeña, nació accidentalmente en la ciudad de México el 31 de Diciembre de 1837 porque su señor padre, notario en Orizaba, fue elegido como senador del Congreso de la Unión.
Cuando el niño contaba con 5años de edad la familia volvió a Pluviosilla donde Silvestre hizo sus primeros estudios en el Colegio Nacional de Orizaba y después la carrera de abogado en Veracruz, en la cual se recibió con honores en 1861 y ejercer su profesión en la ciudad de Orizaba.
De 1873 a 1878 fue profesor del Colegio Preparatorio de Orizaba, donde impartió las cátedras de Filosofa y Jurisprudencia llegando a ser, poco después, director, por dos veces, del prestigiado plantel, de cuya existencia como cuna o semillero de numerosos intelectuales orizabeños, dejó en 1885 una importante reseña histórica.
Hombre de amplia cultura, jurista, literato y maestro, hasta ser considerado “el patriarca cultural orizabeño” fue miembro de la Real Academia de Lengua e individuo de número de la Academia Mexicana y perteneció también a la Sociedad de Geografía y Estadística de la Academia de Legislación y Jurisprudencia.
En 1873 participó como presidente en el Congreso Pedagógico de ese año y de su docta pluma salieron los siguientes obras: “Noticias históricas de la fundación y vicisitudes del Colegio de Estudios Preparatorios de Orizaba”(1885)-“Noticias biográficas del Sr. Dr. José Julián Tornell y Mendívil” (1886)- “Discurso Científico (1895)-“Opúsculos varios” (1901)-“Tratado de Juicio de Amparo conforme a las sentencias de los tribunales”(1902)-“Tratado de pruebas periciales en materia civil penal”- (1904)-“Tratado de Derecho Mercantil Mexicano”(1905)-“Tratado de Ley Civil”(1906)-“Las leyes federales vigentes sobre tierras, bosques, aguas, ejidos, colonización y el gran registro de la propiedad”- “La crítica literaria en México”(1907) (discurso cívico)-“Reseña histórica sobre la distribución de tierras en México” (1919)-“Lecciones de Lengua Nacional”(1919) y “Apuntes biográficos del señor Mateo Botteri”.
El 15 de Septiembre de 1880 fue cofundador y presidente de la Sociedad Sánchez Oropeza en Orizaba; de la cual su hermano, el Lic. Aniceto Moreno Cora fue el tesorero, el maestro don Rafael Delgado, secretario y el Dr. Gregorio Mendizábal, miembro distinguido. Más tarde el Lic. Aniceto Moreno Cora fundó en Jalapa este mismo centro de estudios desarrollando en esa ciudad una amplia y valiosa labor cultural.
Como jurisconsulto distinguido, el Sr. Moreno Cora fue Fiscal del Tribunal Superior de Justicia del Estado colaborando en la redacción de los llamados Códigos Corona y en 1894 fue designado por el Gobernador del Estado, don Teodoro A. Dehesa, Secretario de Gobierno y más tarde nombrado Magistrado de la Suprema Corte de Justicia del Estado de Veracruz.
Político probo y escrupulosamente honrado, en sus Memorias de más de 300 páginas (manuscritos supuestamente extraviados), nos retrata en vivo la adulterada noción de la política describiendo una realidad que se vivía y que, por desgracia, en nuestra época se sigue viviendo a ciencia y paciencia de todos los mexicanos.
Estos son sólo algunos de sus conceptos:
“La política no es, desgraciadamente en la actualidad, sino una especulación, Sabios que nada tienen buscan en ella la manera de tener algo y los que tienen algo la manera de tener más”
“Sólo diré: nunca se afilien a ningún partido y menos todavía en los partidos personalistas que son los únicos que hoy existen entre nosotros”
“Yo me imagino el gobierno como palo ensebado que ponen en los toros. Corren todos a subirse en él y los que lograron llegar a la cima se agarran hasta las uñas y los dientes y tiran de cocos para impedir que otros los hagan caer”.
”He estado muy cerca de los que mandan y he visto que en la época presente la ciencia de gobernar esta reducida a la ciencia de conservar el puesto. Para lograrlo se sacrifica todo: la dignidad, la justicia, la amistad, todo absolutamente y si esto pasa en lo alto qué pasará en los que están abajo”.
Testigo de las épocas aciagas de nuestro país ya que de niño vivió en tiempos del nefasto Santa Anna, de joven fue testigo de la Reforma y del fin del Imperio de Maximiliano y en su ancianidad de la dictadura porfiriana y la subsecuente Revolución, murió en 1922 en su casa de Colón, hoy edificio del Palacio Municipal de Orizaba.
