ORIZABA Pinceladas de su Historia. Archivo Municipal “José María Naredo”

Desde 1776 año de la creación del Ayuntamiento de Orizaba hasta después del año de 1986, su archivo municipal sólo fue un caótico almacenamiento de innumerables atados de papales y documentos embodegados en húmedos rincones de varios edificios públicos, entre los cuales estuvo principalmente el de la Escuela Secundaria y de Bachilleres de Orizaba (la ESBO).

Bajo la presidencia municipal del Lic. Enrique García Vera (1986-1988) y el nombramiento que le otorgó, como director del archivo, al Sr. Josué López Brunet, un grupo de jóvenes, bajo la dirección de una dama que fungía como responsable del Archivo General del Estado, se dieron a la tarea de rescatar el importante archivo histórico de esta ciudad; tarea que se inició precisamente en 1986.

La ardua labor empezó por traer a la bella casona localizada en Sur 9 entre Oriente 4 y 6, su sitio actual, los innumerables atados dispersos y ordenar libros, periódicos y documentos, escritos y fotografiados, en forma metódica y clasificada, según los lineamientos establecidos para todos los archivos de la Nación. Esto dio por resultado tener, en forma accesible: biblioteca, hemeroteca, plano teca, fototeca y fonoteca, dentro de estantes y casilleros construidos especialmente para el objeto y clasificados, los documentos, por áreas, fondos, secciones, subsecciones y series.

Trabajando en contacto con la Universidad Nacional de México ( UNAM), el Consejo Nacional para la Cultura y la Artes ( CONACULTA), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Archivo General del Estado de Veracruz, la labor de los empleados encargados de dar servicio en el archivo municipal consiste, principalmente, en la organización, análisis, clasificación, cuidado y mantenimiento del acervo documental proveniente de la administración pública municipal, de los documentos históricos que datan desde el año de 1521 hasta el de 1987 y de los que se han ido generando desde ese año hasta la fecha actual.

El archivo municipal sirve de apoyo a investigadores nacionales y extranjeros, a las barras y colegios de abogados, a tribunales y oficinas gubernamentales y a estudiantes y público en general que acuden en busca de los expedientes relacionados con sus respectivas investigaciones, atendiendo solicitudes que han llegado, incluso de países del extranjero, como Puerto Rico, Estados Unidos de Norteamérica, Croacia, España, Alemania, Japón, y Ciudad del Vaticano, en Roma.

El Archivo Municipal de Orizaba se puso en funciones el 4 de Octubre de 1988 y el 14 de septiembre de 1991 fue inaugurado por el gobernador (sustituto) Dante Delgado Rannauro, como “Archivo Municipal de Orizaba “José María Naredo”, juntamente con las obras remodeladas del Teatro María Auxiliadora y la Casa de la Cultura del Instituto Tecnológico de Orizaba (ITO), la cual fue fundada en 1986 dentro de las instalaciones del teatro.

La hermosa casona que, como arriba se apuntó, esta localizada en Sur 9 haciendo esquina con Oriente 4, frente al parque Adalberto López, fue adquirida por la comuna del Lic. García Vera y adaptada y remodelada para ser sede del Archivo Municipal de Orizaba. A partir del año 2000 tuvo entre sus espaciosas salas un pequeño museo arqueológico con numerosas piezas prehispánicas localizadas en el valle de Orizaba a principios del pasado siglo XX, por las hermanas Elsa y Aina Peterson y donadas al Archivo por su propietario el Dr. Rubén Morante Diez. . Con el paso de los lluviosos meses de esta Pluviosilla de Rafael Delgado, la casona se fue deteriorando hasta resultar inhábil para albergar un archivo. Y por eso, con un presupuesto de dos y medio millones de pesos el día 28 de febrero del año 2007 se inició su reconstrucción en una primera etapa que, al terminarse, la obra fue suspendida temporalmente, para ser continuada por la comuna 2008-2010.

Del 2 de junio al 29 de noviembre del 2008, la comuna continuó la obra con la aportación de la Asociación de Apoyos a Archivos y Bibliotecas de México, A. C.

Las partes reestructuradas fueron las cuatro crujías que albergan el acervo cultural, para librarlo del comején y de las perennes goteras de este lluvioso clima que, por años, fueron seria amenaza para este tesoro, reputado entre los más importantes de la República Mexicana.

En las cuatro crujías se restauraron los muros; y sus techos, de maderas tratadas contra la polilla, fueron cubiertos con tejas ornamentales formando un plástico cuadro con el bien cuidado jardín.

El día 15 de Enero del año 2010 se inauguró la restauración, la cual estuvo a cargo del Arquitecto Flavio Salamanca Güemes, experto en reparación de monumentos coloniales.