Orizaba Pinceladas de su historia. Antiguos nombres de sus calles.
Calle de Bedriñana o Del Reloj
Hasta la segunda mitad del siglo XVIII, en la parte poniente del Parque Castillo, ocupando la mitad del jardín, existió una pequeña manzana de casas donde había zapaterías y otros comercios. Entre esta media manzana y el barandal sur de la parroquia de san Miguel existió una pequeña calle que se continuaba a lo largo del parque, llamado entonces, Jardín de los Naranjos.
Al inicio de la calle existió una pequeña torre con un reloj de sol que le dio a la calle el nombre de Calle del reloj.
La pequeña manzana de casas fue demolida en 1893 para agrandar el jardín porque la antigua Plaza de Armas, lugar de las reuniones del pueblo, fue ocupada por el Palacio de Hierro construido entre 1892 y 1894.
Don Gaspar de Bedriñana fue un piadoso y acaudalado orizabeño de origen español que, entre otros beneficios para Orizaba, cooperó generosamente para construir la capilla del Rosario de la parroquia de san Miguel; y como justo reconocimiento a su filantropía, los orizabeños llamaron a la Calle del Reloj y a la pequeña manzana del parque, Calle de Bedriñana y Manzanita Bedriñana.
A partir de los años cuarenta del siglo XX la antigua Calle del Reloj fue ocupada por las refresquerías del Parque Castillo desparecidas en la última década del mismo siglo. 116 años después, con la reurbanización que está teniendo Orizaba, la calle se volvió abrir a la circulación para conectar la Calle Sur 3 con la Avenida Francisco Madero.
Calles del Derramadero
(Madero Sur)
Nuestra calle más importante después de la Calle Real es la actual Avenida Francisco I. Madero.
Antiguamente a esta calle se le conoció como 1ª a 7ª Calles de las Damas, y en su prolongación hacia el norte como 1ª a 11ª Calles de La Perla.
Más tarde se les llamó Calles del 5 de Mayo y finalmente Avenida Francisco I. Madero.
La Calle de las Damas, a partir de la Calle Principal con rumbo a la Iglesia de san Juan de Dios, recibió el nombre de Calle del Derramadero; pues las dos cortas cuadras que la forman, antiguamente sin pavimento y constantemente enfangadas, eran el cauce de las constantes aguas pluviales para despeñarse en el río Orizaba
1ª y 2ª Calles de Socies
(Sur 3 y Norte 2)
Estas calles, paralelas a las Calles del Derramadero y también permanentemente enfangadas por las aguas pluviales que buscaban el cañón del río frente a San Juan de Dios, tuvieron diferentes nombres:
A la 1ª y 2ª. Se les llamó Calles de Socies en honor de Fray Lorenzo de Socies, fundador del convento y templo de san José de Gracia, religioso muy querido por la población.
Fueron también conocidas como Las Calles de la Placita de san Juan de Dios; y la primera tuvo también el nombre de Calle de Bestard, por el apellido del franciscano Fray Juan Buenaventura Bestard, fundador del Colegio de Propaganda Fide y del convento y templo de José de Gracia en Orizaba
En su prolongación desde el norte, las cuatro primeras calles de la Norte 2, que, desde la sacristía de la parroquia de San Miguel bajan a san Juan de Dios, recibieron el nombre de Calles de la Sacristía y más tarde se conocieron con el nombre de 1ª a 7ª Calles de san Rafael.
A principios del siglo XX la Sur 3 tomó el nombre de Carlos A. Carrillo y Calle del 5 de Mayo
1ª a 3ª Calles de Ravelo
(Sur 4)
El Teniente orizabeño Julián Ravelo, quien luchó contra los franceses en la Guerra de Intervención, legó su apellido al barrio donde vivió. El barrio y sus calles, hasta nuestros días, se conocen con el nombre de barrió y calles de Ravelo.
La Calle de Ravelo, de la cual se desprende hacia el río el antiguo Callejón Amozoquito a espaldas del Puente de la Borda, se llamó después Calle Trinidad Villa Gómez y Calle Salazar.
1ª y 2ª Calles de Mercaderes o del Comercio
Calle Del Ángel
(Poniente 5)
Por los numerosos comercios establecidos a lo largo de estas calles que, hacia el oriente fueron prolongación de la Calle de Gorostiza, la población les dio los nombres de Calles de Mercaderes o del Comercio y de La Huerta del Carmen.
La 3ª cuadra, situada entre las actuales Sur 5 y Sur 7, llevó el nombre de Calle del Ángel; nombre que tuvo su origen en una cándida conseja popular: El matrimonio formado por don José María Contreras y doña Ángela Núñez tuvo una niña que, entre muchos otros dones, era clarividente.
La pequeña niña murió; y al momento del sepelio, dos palomas blancas se posaron sobre su blanco ataúd.
El hecho fue visto como milagro y despertó la admiración de los concurrentes, quienes empezaron a dar voces diciendo: “Esta niña es un ángel “
A partir de este incidente, a la calle donde vivieron sus padres se le empezó a llamar La Calle del Ángel.
Imágenes: Calle del Reloj y Calle de Socies
