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Don Benjamín Maciel Gómez

Orizaba Pinceladas de sus historia Antiguos nombres de sus calles

1ª a 4ª Calles de Carboneros o Calle de La Pértiga del Gachupín. (Oriente 8)

La avenida Oriente 8, paralela a la Calle Real, desde su confluencia con la Sur 21 en la “Placita del Caballito” (llamada así por la estatua ecuestre del Gral. Gavira que en ella existió) hasta terminar en la antigua Calle del Derramadero (hoy Madero Sur), tiene casi un kilómetro de extensión.

Esta calle, hasta las últimas décadas del siglo XIX llevó los nombres de lra. a 4ª. Calles Carboneros porque en ellas expendían leña y carbón los indígenas de la Sierra de Zongolica y lra. a 4ª. Calles de la Luz.

Pero, además de estos nombres, fue también conocida como La Calle de la Pértiga del Gachupín, nombre impuesto por el vulgo.

El nombre nació por una antigua conseja que se fue transmitiendo de padres a hijos y que, con el paso del tiempo, cayó en el olvido:

En la esquina que forman las calles Sur 15 y Oriente 8, habitó un cruel español que azotaba con sadismo con una pértiga o vara de membrillo, a los humildes indígenas que, con sus familiares, mantenía como esclavos a su servicio.

Estos desvalidos indios trabajaban largas jornadas durante el día; y por las noches eran encerrados por el gachupín en oscuras galeras, bajo llave, para evitar que escaparan.

En cierta ocasión el despiadado español azotó a una pobre mujer con tanta furia que le causó la muerte. La causa de esta crueldad fue que la humilde mujer se atrevió a defender a su pequeño hijo, que era vapuleado por el gachupín, porque el pequeño, involuntariamente, lo había atropellado mientras jugaba.

La maldad del amo español exacerbó el contenido odio sembrado en sus servidores y el asesinato de la mujer, aunado a un abuso sexual que cometió el español al violar a una doncella de su servidumbre, encendió la ira y la valentía del hermano de la muchacha, quien, con sus propias manos, lo estranguló hasta la muerte.

Sus galeras fueron quemadas y la pértiga de los tormentos fue exhibida públicamente, como odioso testimonio, entre las ruinas de la casa incendiada.

A raíz de esta tragedia, a las calles de Los Carboneros se les empezó a llamar Las Calles de la Pértiga del Gachupín, nombre que le fue cambiado a finales del siglo XIX y principios del XX por el de la Corregidora de Querétaro, Doña Josefa Ortiz de Domínguez.

Calles del Molino de San Nicolás 1ª a 6ª Calles de Ojo de Agua​​ (Oriente 9)​​

Esta larga avenida que, además de Oriente 9, lleva actualmente también, el nombre de Instituto Tecnológico de Orizaba, terminaba en las Ciénagas de Tepatlaxco, precisamente en la calle Norte 34, hasta la cual se extendían las estribaciones y la parte llana del Cerro de Escamela.

Las actuales calles de Norte 30, 32 y 34 a partir de la Oriente 9, eran sólo tortuosos e irregulares senderos pertenecientes al antiguo Carril del Espinalillo

La calle Oriente 9 a la altura de la actual Norte 28 estaba cercenada por el Río de Los Totolitos por una barranca de 4 metros de profundidad por 8 metros de anchura y los vecinos, encabezados por el autor de estas líneas como Presidente de la Colonia Adolfo López Mateos, el año de 1982 entubaron el arroyo haciendo un puente sobre la calle con grandes tubos donados por la Cervecería Moctezuma; y rellenando la barranca sobre la Norte 28 la pusieron en circulación propiciando, de esta manera, una rápida urbanización del lugar.

La parte de los terrenos que se extendían de la Norte 34 a las faldas del cerro, en el tramo comprendido entre la Oriente 9 y la Oriente 11, el año de 1984 pertenecieron al industrial libanés don Jesús Chaín.

Ese año de 1984 se construyó la Sección Norte del Anillo Periférico de la ciudad; y don Jesús Chaín cedió al municipio local, presidido por el Lic. Manuel Megías Huerta, una parte de sus terrenos, para hacer un trazo más amplio y recto de esta importante vía de acceso rápido, que tanta falta le hizo, por largos años, a la población de Orizaba.

Las Calles del Molino se conocieron también como Calles de Ojo de Agua y al finalizar el siglo XIX se les impuso el nombre del héroe del 5 de Mayo, don Ignacio Zaragoza.

Calles del Paso del Toro (Oriente 16)

Por estas calles se arreaba, rumbo al matadero, al ganado que llegaba en vagones del Ferrocarril Mexicano; y que abastecía de carne a la población de Orizaba. Llevaron también los nombres de Calles de La Aurora, y Calles de La Bonanza.

1ª a 9ª. Calles de Las Tetelillas (Teteles)) (Oriente 21)

A estas antiguas calles del norte de la población, se les puso este raro nombre por dos cerritos artificiales (tetillas), que dieron a todo el rumbo el nombre de Los cerritos de San Juan; nombre que hasta la fecha subsiste. A finales del siglo XIX tomó el nombre de Calle de Juan Álvarez.

En la explanada donde ahora se levanta la parroquia de san Juan Bautista, frente al actual Mercado Cerritos, estuvo hasta los años treinta, el campo de aviación de Orizaba “Barberán y Cóllar” que fue inaugurado el 23 de septiembre de 1933.

Calle de los Pajaritos (Oriente 22)

A la actual Oriente 22 se le dio el nombre de Calle de los Pajaritos, porque en ella tenía su casa un torero de nombre Bernardo Gaviño, cuya principal afición era tener un gran número de pájaros en cautiverio. La algarabía de las aves que alegraba toda la cuadra, hizo que ésta fuera llamada La Calle de los Pajaritos.

Imagen: vista actual de la Oriente 9 con mis árboles de chienene

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